LUNES 25

STO. SANTIAGO, APÓSTOL.

¿Podrán beber el cáliz que yo he de beber? (v. 22)

Lectura del santo evangelio según san Mateo

Mt 20, 20-28

En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo, junto con ellos, y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: “¿Qué deseas?” Ella respondió: “Concédeme que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda, en tu Reino”. Pero Jesús replicó: “No saben ustedes lo que piden. ¿Podrán beber el cáliz que yo he de beber?” Ellos contestaron: “Sí podemos”. Y él les dijo: “Beberán mi cáliz; pero eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; es para quien mi Padre lo tiene reservado”.

Al oír aquello, los otros diez discípulos se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y les dijo: “Ya saben que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. Que no sea así entre ustedes. El que quiera ser grande entre ustedes, que sea el que los sirva, y el que quiera ser primero, que sea su esclavo; así como el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar la vida por la redención de todos”.

Palabra del Señor.

¿Qué deseas? (v. 21)

La opción por el Reino no comienza por lo que deseamos, sino por reconocer lo que estamos dispuestos a hacer y tomar la decisión de beber el cáliz que el Señor bebió; es decir, recorrer el mismo camino y correr la misma suerte que él.

¿Pueden beber el cáliz que estoy a punto de beber? (v. 22)

Mario A. Hernández Durán, Teólogo.