MIÉRCOLES 6

¿Cuántos panes tienen? (v. 34)

Lectura del santo evangelio según san Mateo (15, 29-37)

En aquel tiempo, llegó Jesús a la orilla del mar de Galilea, subió al monte y se sentó. Acudió a él mucha gente, que llevaba consigo tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros enfermos. Los tendieron a sus pies y él los curó. La gente se llenó de admiración, al ver que los lisiados estaban curados, que los ciegos veían, que los mudos hablaban y los tullidos caminaban; por lo que glorificaron al Dios de Israel.

Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: «Me da lástima esta gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer. No quiero despedirlos en ayunas, porque pueden desmayarse en el camino». Los discípulos le preguntaron: «¿Dónde vamos a conseguir, en este lugar despoblado, panes suficientes para saciar a tal muchedumbre?» Jesús les preguntó: «¿Cuántos panes tienen?» Ellos contestaron: «Siete, y unos cuantos pescados».

Después de ordenar a la gente que se sentara en el suelo, Jesús tomó los siete panes y los pescados, y habiendo dado gracias a Dios, los partió y los fue entregando a los discípulos, y los discípulos a la gente. Todos comieron hasta saciarse, y llenaron siete canastos con los pedazos que habían sobrado.

Palabra del Señor.

El evangelio, más allá de admirar con asombro la escena que narra Mateo, nos interpela e invita a tomar postura ante la realidad humana, en cuyo rostro se reflejan el hambre, la pobreza, la soledad, las enfermedades y la desesperanza: ¿Cuánta gente no tiene qué comer? (cf. v. 32).

El problema se agrava cuando anteponemos cálculos, estadísticas, elucubraciones…, que no resuelven nada de inmediato: ¿Dónde vamos a conseguir, en este lugar despoblado, panes suficientes para saciar a tal muchedumbre? (v. 33); y no pasamos a la acción que se detona con una pregunta que nos hace conscientes de lo que sí tenemos y con lo cual podríamos comenzar un cambio verdadero en esa realidad: ¿Cuántos panes tiene? (v. 34).

¿Cuánto tenemos y qué estamos dispuestos a compartir?

Mario A. Hernández Durán, Teólogo.