STA. LUCÍA, VIRGEN Y MÁRTIR.
Lectura del santo evangelio según san Mateo (11, 28-30)
En aquel tiempo, Jesús dijo: «Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo los aliviaré. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga, ligera».
Palabra del Señor.
A veces nuestras vidas van en sentido contrario del evangelio: están llenas de fatigas y agobios; soportan cargas inútiles y humillantes. Imponemos yugos insoportables a los demás, carecemos de mansedumbre y humildad, y vivimos cansados por el peso del desaliento (cf. vv. 28-29).
Detengamos la inercia de nuestro corazón y el absurdo paso del sinsentido, y escuchemos la voz que nos dice: ¡Vengan a mí! (v. 28).
Mario A. Hernández Durán, Teólogo.
RAZONES Y REFLEXIONES 