MARTES 2 DE ABRIL

MARTES DE LA OCTAVA DE PASCUA

Mujer, ¿por qué lloras? (v. 13)

Lectura del santo evangelio según san Mateo (20, 11-18)

El día de la resurrección, María se había quedado llorando junto al sepulcro de Jesús. Sin dejar de llorar, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados en el lugar donde había estado el cuerpo de Jesús, uno en la cabecera y el otro junto a los pies. Los ángeles le preguntaron: “¿Por qué estás llorando, mujer?” Ella les contestó: “Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo habrán puesto”.

Dicho esto, miró hacia atrás y vio a Jesús de pie, pero no sabía que era Jesús. Entonces él le dijo: “Mujer, ¿por qué estás llorando? ¿A quién buscas?” Ella, creyendo que era el jardinero, le respondió: “Señor, si tú te lo llevaste, dime dónde lo has puesto”. Jesús le dijo: “¡María!” Ella se volvió y exclamó: “¡Rabuní!”, que en hebreo significa ‘maestro’. Jesús le dijo: “Déjame ya, porque todavía no he subido al Padre. Ve a decir a mis hermanos: ‘Subo a mi Padre y su Padre, a mi Dios y su Dios’ ”.

María Magdalena se fue a ver a los discípulos para decirles que había visto al Señor y para darles su mensaje.

Palabra del Señor.

El llanto de María junto al sepulcro vacío (v. 11) nos remite hoy al llanto de tantas mujeres que lloran la ausencia de hijos, maridos y hermanos, muertos o desaparecidos, que han dejado un vacío irreparable y un corazón destrozado por la incertidumbre.

La cercanía de Jesús resucitado, que mira a María, nos recuerda, primero, que la muerte no puede ser definitiva ni determinante y, segundo, que nosotros, como él, no podemos ser indiferentes ante esa realidad si creemos que hemos sido llamados a la vida, a dar vida y a luchar por la vida: Mujer, ¿por qué estás llorando? ¿A quién buscas? (v. 15)

La resurrección trasciende el pasado y, llegando a nosotros, nos envuelve en un dinamismo que nos compromete a vivir resucitados y hacer que esa misa experiencia reanime, como en María, la esperanza de mujeres y hombres ante la vida.

Mario A. Hernández Durán, Teólogo.