VIERNES 27

Una mirada contemplativa y un corazón apacible

Lectura del santo evangelio según san Lucas (12, 54-59)

En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: «Cuando ustedes ven que una nube se va levantando por el poniente, enseguida dicen que va a llover, y en efecto, llueve. Cuando el viento sopla del sur, dicen que hará calor, y así sucede. ¡Hipócritas! Si saben interpretar el aspecto que tienen el cielo y la tierra, ¿por qué no interpretan entonces los signos del tiempo presente? ¿Por qué, pues, no juzgan por ustedes mismos lo que les conviene hacer ahora?

Cuando vayas con tu adversario a presentarte ante la autoridad, haz todo lo posible por llegar a un acuerdo con él en el camino, para que no te lleve ante el juez, el juez te entregue a la policía, y la policía te meta en la cárcel. Yo te aseguro que no saldrás de ahí hasta que pagues el último centavo».

Palabra del Señor.

Interpretamos con gran facilidad lo que es tangible y evidente, pero no somos capaces de adentrarnos en los misterios más profundos de la vida, de lo cotidiano, donde, seguramente, podremos encontrar algún destello de la presencia de Dios.

Sólo una mirada contemplativa y transparente, y un corazón apacible y humilde serán capaces de discernir y descubrir lo que del mundo nos lleva a Dios y, en libertad, juzgar lo que nos conviene para ser plenamente felices.

Mario A. Hernández Durán, Teólogo.